Cómo mejorar la seguridad en iOS

Si en algo ha destacado siempre Apple frente a sus competidores dentro del mundo techy, es en la faceta de seguridad. Utilizar un dispositivo de la compañía de la manzana es, para muchos, sinónimo de blindaje. Y en cierta medida esto es cierto, ya que, proporcionalmente, el sistema operativo iOS sufre menos ataques que otros, como por ejemplo Android. Sin embargo, esto no quiere decir que los iPhone o los Mac sean infalibles frente a las amenazas de los ciberdelincuentes. De hecho, los fraudes en iOS son cada vez más frecuentes, lo que hace necesario tener en cuenta toda la información relativa a cómo mejorar la seguridad también en este tipo de dispositivos.

Lo primero que podemos hacer para protegernos frente a ciberataques tiene que ver con las medidas de seguridad y defensa de la privacidad integradas en nuestro propios dispositivos Apple. ¿A qué nos referimos exactamente? A cuestiones como definir un código de desbloqueo seguro, utilizar el Face o Touch ID, activar la opción “Buscar mi Iphone”, estar al día en lo relativo a la seguridad de nuestro ID de Apple, utilizar los sistemas de autenticación de doble factor, definir y controlar los datos que compartimos con las apps y los datos sobre localización que permitimos, asegurarnos de que las prácticas de privacidad de las app que utilizamos cumplen con los mínimos exigibles, activar las opciones de protección de la privacidad aplicables a nuestro mail, familiarizarnos con el funcionamiento de navegadores como Safari para entender mejor cómo podemos evitar acceder a sitios maliciosos, ocultar nuestra dirección de correo siempre que sea posible (ej. al suscribirnos al iCloud, o al utilizar la app de Safari), cambiar los permisos para controlar el rastreo de las apps, o utilizar internet de forma privada y segura usando el relay privado de iCloud. A esto podemos añadir otras prácticas que incorporarán capas de seguridad extra, como puede ser activar el bloqueo automático de nuestros dispositivos, activar el borrado automático de datos (sobre todo para casos de pérdida o robo del dispositivo), realizar copias de seguridad y activar el cifrado de dichas copias en iTunes, limitarnos al modelo Closed-World de iOS, ciñéndose al uso del App Store para realizar nuestras descargas (recordemos que se trata de un ecosistema más cerrado, lo que hace que sea más seguro que el de sus competidores), o borrar los datos que almacenamos en Siri lo más frecuentemente posible.

Por supuesto no podemos descuidar tampoco las pautas de seguridad genéricas que afectan al entorno digital (sea cual sea la marca de nuestro dispositivo). Deberemos estar siempre muy atentos a las amenazas que plantea la práctica del phishing, desconfiando de cualquier correo que proceda de orígenes desconocidos o dudosos y evitando acceder a sitios web o enlaces que no estemos seguros que son legítimos. También deberemos poner atención en la seguridad de nuestras navegaciones, evitando el uso de redes wifi abiertas, fijándonos en las direcciones a las que accedemos (asegurándonos siempre de que se trate de direcciones precedidas de https y haciendo caso a las advertencias de seguridad que nos ofrezcan nuestros navegadores). Es esencial, además, mantener nuestros dispositivos siempre actualizados, de esta manera estaremos al día frente a los nuevos peligros que van surgiendo en un entorno tan dinámico y abierto. Por último, tampoco podemos olvidar la importancia de ser responsables a la hora de hacer uso de las redes sociales y las demás formas de comunicación en línea: recordemos que todo lo que publicamos en la red es una información que nos puede hacer potencialmente vulnerables a un ataque, ¡reduzcamos nuestra exposición al mínimo!

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