Cómo evitar problemas de seguridad en Windows
Las amenazas del mundo digital son un tema del que cada vez se habla más. A medida que el uso de la tecnología va ganando peso en nuestra vida diaria, es necesaria una mayor atención y un mayor conocimiento acerca de las cuestiones relativas a la seguridad y la privacidad de nuestros dispositivos. Los productos que utilizamos y nuestras prácticas en línea puede afectar de forma determinante nuestra exposición a unas ciberamenazas que se están convirtiendo en un problema de primer orden para muchos usuarios, tanto en el ámbito personal como en el profesional. El ecosistema Windows, y más concretamente, el Windows 10, ha estado en boca de todos en los tiempos recientes en relación a estos temas, por lo que vamos a dedicar este artículo a hablar de los problemas de seguridad sobre los que las autoridades que han venido alertando en los últimos tiempos en relación con este sistema operativo, y de paso repasamos algunas de las buenas prácticas que nos permitirán estar al día en cuanto a seguridad y privacidad.
Fue el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España el organismo encargado de alertar acerca de las vulnerabilidades que podrían poner en riesgo las actividades en línea de los usuarios de ciertas versiones del Windows 10 y también de Microsoft Outlook. Estas vulnerabilidades permitirían a los ciberdelincuentes realizar ataques maliciosos remotamente, poniendo en riesgo, con ello, la seguridad de sus datos y su privacidad. La solución a este problema es sencilla; simplemente habría que actualizar el sistema operativo y también del gestor de correo electrónico con los parches que la compañía ha puesto a disposición de los afectados.
Aún haciendo esto, conviene tomar una serie de precauciones adicionales para evitar sorpresas desagradables en el futuro. Lo primero que hay que tener en cuenta es que los ciberataques suelen seguir una lógica escalonada. El objetivo principal de este tipo de fraudes tiene que ver con la sustracción de datos o información que sirva para realizar fraudes paralelos en forma de acceso a cuentas privadas o actos derivados del acceso a información confidencial de terceros. La puerta de entrada de muchas de estas amenazas se encuentra en la bandeja de entrada de nuestros correos electrónicos, por lo que es muy importante mantenerse alerta frente a correos de procedencia dudosa,y abstenerse de acceder a enlaces o sitios webs cuya legitimidad no hayamos asegurado. En este sentido, también tendremos que tener mucha precaución a la hora de descargar archivos o documentos que nos hayan enviado, y deberemos comprobar siempre que las apps que descarguemos procedan de sitios oficiales. Por supuesto, tampoco está de más comprobar las políticas de seguridad y privacidad del software que utilicemos y de los servicios web con los que contratemos.
Sobre todo en sistemas Windows es crucial que todo el software esté actualizado, ya que las nuevas vulnerabilidades se difunden de forma rápida en la deep web y en foros especializados de seguridad y no pasará mucho tiempo desde su descubrimiento hasta que empiecen a ser aprovechadas de forma masiva.
Para terminar, mencionar que, minimizando nuestra exposición en la red, reduciremos en gran medida los puntos débiles a los que los ciberdelincuentes pueden agarrarse para aprovechar nuestras vulnerabilidades. Utilizando contraseñas seguras y modificándolas habitualmente, evitando entrar en sitios web que no cuenten con los elementos de seguridad necesarios (representados, entre otras cosas, por las letras https antes de las urls), y utilizando herramientas de seguridad adecuadas (antivirus, VPNs, Firewalls, etc.), terminaremos de apuntalar nuestra seguridad en línea.
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